Mínimo vital del agua en Bogotá: ¿Una medida justa y bien implementada?


El agua de Bogotá es potable y deliciosa, algo excepcional en las grandes ciudades de América latina. Esto se debe a su proximidad a abundantes fuentes de agua, especialmente los páramos de Chingaza y Sumapaz, y a una buena gestión del recurso. La mayor parte del agua consumida actualmente proviene de la represa de Chingaza, ubicada a unos 50 kilómetros de Bogotá. Sin embargo, la misma proximidad de la mega urbe supone un riesgo para los frágiles ecosistemas de los páramos: Sumapaz comienza en el mismo término municipal de la capital.
A partir de febrero de 2012, Bogotá estableció mediante decreto el derecho a un mínimo vital de agua, un derecho reconocido por las Naciones Unidas. El decreto establece que para los estratos 1 y 2, los primeros 12m3 consumidos en cada periodo de facturación serán suministrados de forma gratuita. A partir de dicho consumo se aplicarán las tarifas habituales para dichos estratos. Esta cuota supone una asignación gratuita de unos 50 litros por persona y día.

¿Se trata de una medida adecuada y justa? Pueden leer el artículo que escribí al respecto en URB.IM.

Comentarios

  1. Otro de los tantos sofismas de distracción del Señor Petro... cambió un subsidio por otro, no hubo una real rebaja como tampoco en el transmilenio

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