Turkish Airlines: un viaje transatlántico a los buenos tiempos

Turkish Airlines. Foto: Jorge Bela
¿Desea salida de emergencia? No hay problema. Con estas amables palabras me alegró la tarde la señorita encargada de facturación de Turkish Airlines en el aeropuerto Dulles de Washington. En unos tiempos en los que muchas aerolíneas exigen abultados cobros por todo, que en algunos casos se acercan peligrosamente a la extorsión, en Turkish siguen sin cobrar por nada. Al entrar en el avión, un moderno Airbus 330-300, nos daba la bienvenida un nutrido grupo de la tripulación, incluyendo el Sky Chef. Y es que en Turkish visten a un tripulante con el atavío tradicional de los chefs, se supone que para cocinar los exquisitos platos de la clase preferente. Aún así, es un segundo síntoma claro de que en Turkish todavía están instalados en los buenos tiempos de la aviación.


Sky Chef. Foto: Turkish Airlines
A bordo Turkish Airlines. Foto: Jorge Bela
Al llegar a mi asiento, una tercera sorpresa: me esperaba un pequeño kit, con el logo del Institut Karité, París. Aunque no conocía la existencia de este aparentemente afamado instituto parisino, me causó muy buena impresión recibir el kit, detalle reservado a los pasajeros potentados en la inmensa mayoría de las aerolíneas de Europa occidental y de las Américas. Para los curiosos, el contenido es el siguiente: unas pantuflillas con el logo de Turkish, calcetines, tapones para los oídos, pasta y cepillo de dientes, antifaz y un carrito con crema para los labios. Todo de muy buena calidad, la verdad.
A bordo Turkish Airlines. Foto: Jorge Bela


A bordo Turkish Airlines. Foto: Jorge Bela
Una vez instalado en mi asiento y compartida la inevitable foto de los calcetines, me dispuse a iniciar el largo viaje de Washington a Estambul. El vuelo dura unas diez horas, pero la primera y la última son las más interesantes, por las vistas. Nada mas despegar, el avión sobrevuela Filadelfia y a continuación Nueva York, permitiendo a los pasajeros del lado izquierdo (fila A) disfrutar de unas vistas espectaculares de Manhattan. La llegada a Estambul también es espectacular.
Nueva York desde el aire. Foto: Jorge Bela
Comida en Turkish. Foto: Jorge Bela
Comida en Turkish. Foto: Jorge Bela
La comida es bastante rica, y la atención excepcional. Las bebidas alcohólicas, incluyendo un vino aceptable, son gratuitas. La atención de la tripulación es muy buena, y el viaje se hizo corto.

Del aeropuerto Ataturk había escuchado de todo: desde el fasto insuperable de su sala VIP (dicen que la mejor del mundo), hasta la pesadilla de los trámites de inmigración. Al estar en tránsito no tuve que sufrir inmigración, aunque sí un control de seguridad bastante pesado (pero eso es algo a lo que hay que irse acostumbrando: en Heathrow, por ejemplo, es mucho peor). Sin acceso a la afamada sala VIP, estuve deambulando por las salas del aeropuerto. Muchísima gente llena casi todos los rincones, y es entretenido ver las curiosas vestimentas de este lugar que es punto de encuentro entre oriente y occidente. Las cuatro horas que pasé allí se me hicieron pesadas. El abordaje del vuelo a Madrid fue caótico. El segundo salto, 4 horas hasta Madrid, fue muy similar al transatlántico, pero sin kit.



Comida en Turkish. Foto: Jorge Bela
Turkish está ofreciendo unas tarifas sumamente competitivas desde USA a España. Si el ahorro es significativo, y no hay demasiada prisa, vale la pena el rodeo. La experiencia a bordo es un viaje a otros tiempos, a los buenos tiempos en los que viajar en avión era un motivo de felicidad, y en el que las aerolíneas no se habían convertido en sucursales de Sierra Morena.


Comentarios

  1. Un amigo que vivió en Turquía varios años y que siempre volaba en Turkish habla maravillas de la compañía. Es posible que yo pruebe en noviembre, espero que no hayan quitado esos kits que tanto añoro...
    Buen viaje!!!

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  2. Interesante tu reseña sobre Turkish Airlines. Mi experiencia en clase turista fue también muy placentera y la verdad debo decir que migración en Atarturk me resulto rápida y amable.
    Cuando tengas oportunidad, vive la experiencia con Cathay Pacific, también es altamente recomendable. Saludos, Oscar

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