Marinilla: turismo religioso en la Ruta del Oriente

Cristos en el taller del Maestro Soto Giraldo. Foto: Jorge Bela
El turismo religioso es, junto con las artesanías y las fiestas populares, uno de los componentes centrales de la ruta del Oriente de Antioquia. Y en este aspecto Marinilla destaca especialmente. No solo tiene una hermosa iglesia colonial construida en 1.752, la Capilla de Jesús el Nazareno, sino que ha sabido impulsar otras manifestaciones artísticas que la hacen interesante. Ya vimos en el post anterior que Marinilla tiene alma musical, y por eso no puede faltar un importante festival de música religiosa en el marco de Semana Santa. Se celebra desde 1978, y tiene lugar precisamente en la Capilla de Jesús el Nazareno, un marco singular con una acústica inmejorable. Su fama es ya internacional, superando las fronteras de Colombia.

El Maestro Soto Giraldo. Foto: Jorge Bela

Pero Marinilla ha sabido dar el apoyo necesario a sus artesanos para que desempeñen sui cuidada labor. Entre ellos destaca el maestro belenista Alberto  Soto Giraldo. Pocas tradiciones navideñas son tan populares como los belenes, y en esto el maestro Soto tiene poca competencia en el mundo. Ya no da abasto para toda la demanda que tienen sus piezas, algunas descomunales, y en su taller trabajan con cuidado y paciencia varios artesanos, incluyendo su esposa. Utiliza materiales tanto tradicionales, como la madera y el yeso, como  otros más avanzados, como algunos derivados del propileno. Todo, eso sí, está hecho a mano. Sus mayores belenes están destinados a espacios públicos, y tienen gran tamaño y complejidad de instalación. También venden piezas sueltas para los belenes de las casas de toda Colombia.

Museo de Cruces y Cristos de Marinilla. Foto: Jorge Bela

También vale la pena visitar la curiosa colección ce Cristos y Cruces, la mayor del mundo. Tiene 2.760 piezas, y está en proceso de homologación en los records Guiness. La colección fue donada por el incansable coleccionista Roberto Hoyos Castaño, y es cuidadosamente mantenida por la municipalidad. La visita es guiada, y resulta ameno escuchar las particularidades de cada Cristo y Cruz. La diferencia entre ambos, nos explicaron, es que en el primer caso aparece tan solo Jesús, y no la cruz en madera en la que fue crucificado. Desde piezas con un reloj, has las cruces de San Benito, usadas en los exorcismos, podemos ver incontables variaciones del devoto motivo religioso.

El turismo religioso es sin duda otra razón para acercarse a la orgullosa Esparta de Colombia.



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