Colombia a dos velocidades
Cuando vine a Colombia mi amigo venezolano Víctor me
advirtió: ¡que no se te pegue el listo! No tenía ni idea de a qué se refería,
pero tardé muy poquito tiempo en darme cuenta: “listo” es una de las palabras
más repetidas en las conversaciones informales. A veces la he escuchado a un
ritmo de cinco veces por minuto, tres o cuatro veces seguidas: “listo, listo,
listo….” ¿Y qué quiere decir? Pues se trata de una muletilla (interjección en
términos académicos) que expresa aceptación, algo así como el “vale” en
Español, o el ya casi universal “okey” anglosajón. Ni que decir tengo que ya se
me ha pegado…¿listo?
Un caballo pasta plácidamente en el norte de Bogotá |
Tan colombiana como esta expresión es la convivencia simultánea de dos formas de aproximarse a la
vida cotidiana: una acelerada, casi frenética, y otra tranquila, sin prisas. Es
inútil hacer generalizaciones: una de las riquezas de este país es precisamente
su inmensa diversidad cultural. Sin embargo, en Bogotá, que se ha convertido en
un crisol de todas las regiones de Colombia, se pueden observar dos ritmos, dos
velocidades, y uno nunca sabe con cual de las dos se va a topar. Mejor, en todo
caso, armarse de paciencia. Si todo va bien, pues ¡listo!, pero si la cosa se
demora, y se demora, y se demora…. entonces siempre cabe recurrir a la meditación,
a las técnicas de relajación, a la música de plancha…
Quizá una buena metáfora sea que en Bogotá conviven las
carretas tiradas por caballos (aquí las llaman zorras), con los coches
deportivos más exóticos (quien quiera comprarse un Ferrari o un Lamborghini,
tiene un concesionario a su disposición). Las zorras están en vías de
desaparición, pues la ley dictamina que deben retirarse de la circulación. Ya
debían haber desaparecido el 31 de enero de este año, pero como sucede tantas
veces la realidad social se impone a la legislación voluntarista, y el Gobierno
retrasó la fecha prevista por un año. Quedan censados aún 2.470 carreteros,
2.400 carretas y 1.709 caballos: el 31 de enero del 2013 veremos cuantas siguen
en circulación. Será interesante contrastar entonces el dato con el de los
Ferraris y Lamborghinis vendidos a lo largo de 2012.
Lamborghini descapotable esperando dueño en Bogotá |
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