¿Y que más? El Camino Real de Honda


En los tiempos de la colonia, para los viajeros cuyo destino era Bogotá llegar a los puertos colombianos era solo la mitad del viaje. La otra mitad suponía remontar el río Magdalena, tarea ardua y peligrosa, hasta Honda, y desde allí recorrer los últimos 130 kilómetros por un empinadísimo camino empedrado. Se hacía en tres agotadoras jornadas, cada metro cuesta arriba, pues el camino salva un desnivel de más de 2.500 metros. El viaje de la costa a Santa Fé requería al menos tres semanas.

El camino empedrado se empezó a construir en el siglo XVI, pero no se terminó hasta cien años más tarde. Se utilizaron las técnicas que ya empleaban los romanos en sus calzadas, con el mismo resultado: siglos después, una parte significativa del camino sigue en perfecto estado de conservación, a pesar de su abandono en el siglo XIX. Sin embargo, son muchas las amenazas que se ciernen sobre él, y depende de la iniciativa de organizaciones como la Fundación Senderos y Memoria el que se conozca y se respete este importantísimo patrimonio histórico, que además tiene un considerable potencial turístico.

Camino Real de Honda. Foto: Santiago Leuro
Camino Real de Honda. Foto: Santiago Leuro
Fue precisamente en una caminata organizada por la Fundación Senderos y Memoria cuando tuve ocasión de conocer el Camino Real de Honda. Hicimos el trayecto Albán-Chimbé, de unos quince quilómetros, afortunadamente cuesta abajo. A lo largo de este tramo el camino está muy bien conservado, y se puede observar perfectamente como su estructura es muy similar a la de las calzadas romanas que estudiamos en el colegio y que aún se pueden ver por toda Europa. En Albán desayunamos, y disfrutamos de su pintoresca plaza, llena de vida. Santiago Leuro, de la Fundación, nos explicó que es posible hacer el camino desde algunos kilómetros de Honda hasta el comienzo de la Sabana de Bogotá. Hay pueblos o ciudades intermedias que permiten encontrar lugares de descanso y abastecimiento.

Antigua posada. Foto: Jorge Bela
Antigua posada. Foto: Jorge Bela
Durante la excursión, caminando por las piedras bien conservadas, iba imaginando como sería el trasiego cotidiano en otros tiempos. Por ese camino subían todas las mercancías que llegaban a Bogotá desde la península. El tráfico de carros, mulas y arrieros debía ser intenso. Por ese camino bajó Bolívar en su último viaje rumbo a Santa Marta. Por ese camino huyó apresuradamente el último virrey colonial…

A juzgar por el éxito que ha tenido la recuperación de caminos históricos en Europa (siendo el de Santiago el mas destacado, pero no el único), sin duda el Camino Real de Honda se puede convertir en un importante destino turístico. Los paisajes son espectaculares, como lo es el cambio del clima caluroso de Honda hasta el templado de la Sabana de Bogotá. Espero poder hacerlo pronto y escribir más detalles sobre el Camino Real en este blog.

"A Santa Fé: 10 leguas." Foto: Jorge Bela
"A Santa Fé: 10 leguas." Foto: Jorge Bela
En el Camino de Santiago es costumbre entre los caminantes saludarse deseándose mutuamente “buen camino.” Aquí en Colombia la cosa puede ser más complicada, pues rara vez un saludo se zanja con una sola frase: lo normal es concatenar “hola” “como estás” “que hubo” “como amaneció” y otras muchas, que cuando terminan suelen desembocar en un “y que más,” expresión sumamente desconcertante para los recién llegados. Cualquier camino, con tanta ceremonia en los encuentros, se puede hacer interminable. Propongo desde ya que el saludo de los futuros caminantes del Camino real se reduzca a un escueto “y que más.” ¿Se aprueba la moción?




Comentarios

  1. jajajajajaja, es que los colombianos somos muy "saludables" jajajajajajaja, por mi parte se aprueba la moción, soy de las que se desespera al ver que es casi imposible terminar una conversación.

    Por otra parte, el camino real que mencionas debe ser precioso.

    Mi esposo, mi mamá y yo hicimos un camino real que une Barichara con Guane (Santander), un camino rodeado por un entorno sin igual; son 9 kilómetros impresionantes, llenos de exuberante vegetación, animales, sin fin de sonidos...

    No conocí la existencia del camino real que te menciono hasta que lo hicimos el pasado abril, es más, no tenía ni idea, hasta ese momento, que existían caminos reales en Colombia.

    Me da mucha alegría saber que existen más, pero sobre todo, me alegra saber que existe una institución como la Fundación Senderos y Memoria que trata de cuidarlos y protegerlos.

    El Camino Real de Barichara-Guane fue declarado Monumento Nacional el 1997, espero que todos los caminos sean protegidos de la misma manera.

    Mil gracias por permitirnos conocer cada vez un poco más a mi Colombia del alma gracias a las entradas de tu blog.

    Un saludo cariñoso de esta colombo-española.

    Por cierto, ¿y qué más? :) :)

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